Hace tres años mi esposo falleció por cancer. Él era una persona extraordinaria y gran ser humano que siempre gustaba de ayudar a los demás. En los últimos meses de vida, le prometí que continuaría su labor, y como homenaje a su persona, creé esta empresa con su nombre (Marco).

Ha sido mucho tiempo de un profundo dolor que solo ha tomado significado en el momento de abrir mi corazón y dejar de pensar solo hacia dentro para mirar hacia afuera.

Tomar su nombre, su amor, sus recuerdos, su esencia, su alma para con ello, construir una empresa con el propósito de ayudar tanto a personas que lo necesitan como al propio planeta.

En aquellos meses en el Hospital, pude ver como desde niños a ancianos, pasaban por situaciones terribles, incluso algunos tenían que dormir en el suelo cubiertos por cartones en la fría y húmeda ciudad de Lima.

Todo ese dolor quiero que tenga un significado, transformarlo en amor por los demás, en solidaridad, en ayuda.

Para ello, haciendo uso de mis estudios y carrera como diseñadora e inventora, quiero ir creando productos que cumplan con los siguientes objetivos:

• Ser de ayuda para las personas.
• Estar hechos total o parcialmente de materiales reciclados.
• Usar parte de los ingresos recibidos para obras de caridad.

Si estás pasando por una situación similar de dolor, quiero transmitirte que es posible salir de ahí. No es nada fácil, pero paso a paso, si pones tu mente y corazón en ayudar a los demás, poco a poco iras viendo que todo cobra sentido.

Al comienzo hasta lo veras imposible, ya que ,¿como con todo este dolor que sientes vas a tener ganas de ayudar a otros?

Pero prueba, da oportunidad al cambio. En la compasión y amor al prójimo se esconde Dios. Abre tu corazón y comenzarán a ocurrir cosas buenas. Y no es necesario ni grandes donativos ni grandes acciones. Comienza con un detalle, puede ser simplemente observar a otras personas y ver si en algo, por pequeño que sea, puedes ayudar.

A veces incluso unas bonitas palabras en el momento adecuado pueden servir a alguien mucho más de lo que puedes imaginar.

Si abres tu compasión, Dios hablará a través de ti. Deja que te utilice y encontraras paz donde antes solo había dolor y con ello, poco a poco la herida irá cerrando, el dolor se transformará en un sentimiento indescriptible, todo cobra significado al final.

Venimos a este mundo con una misión de vida, muchas cosas puede que ahora no tengan sentido, pero confía, da lugar al cambio, al movimiento. Suelta el dolor, no te aferres, entrégaselo a Dios.

El duelo pertenece al corazón y al alma, el amor no muere nunca, y los finales también son nuevos comienzos.

El amor de Dios, es lo que le da sentido a la vida.

Dios te bendiga.

Muy cordialmente,
Sophia Calvo.